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El tabaco y la pérdida de audición

Cada vez existe mayores probabilidades de sufrir una pérdida de la audición, debido al humo del cigarrillo, estas consecuencias se han elevado a lo extenso de los últimos años. No solo afectando a los propios consumidores, sino que además a los fumadores pasivos.

 

Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), la capacidad auditiva puede estar afectada solo por estar expuesto al consumo del tabaco, es decir de forma directa o indirecta. Este riesgo para la audición se explica a través de una teoría fundada por los investigadores en la materia. El humo del cigarrillo disminuye el flujo sanguíneo de las arterias que transportan el oxígeno al oído interno. El oído recibe menos flujo de sangre y deja de funcionar correctamente.

Quienes fuman son más propensos de sufrir una pérdida auditiva de quienes no son fumadores. Según un estudio donde participaron más de 3,000 personas, indica que los que fuman tienen un 70% de probabilidades de tener una deficiencia en la audición.

Este estudio, llevado acabo en Estados Unidos y publicado en la revista Journal of the American Medical Association, en junio de 1998, concluyó que el riesgo de convertirse en una persona con discapacidad auditiva suele aumentar de acuerdo al número de cigarrillos que se fume. En muchos casos, los problemas de audición aumentan proporcionalmente a la intensidad y duración de la exposición al humo del tabaco. En general, los fumadores son 1,69 veces más propensos a dañar su capacidad auditiva.

Riesgos

Las personas que fuman mucho son 1,30 veces más propensas a sufrir una pérdida de audición en todos los grupos de edad, exceptuando los más mayores. La mayor incidencia de pérdida de audición entre los fumadores sigue siendo la misma si se toman en consideración factores como la exposición ocupacional al ruido, la edad y el estilo de vida.

Según el estudio, el 25,9 por ciento de los fumadores en el grupo más joven (48-59 años) sufría pérdida de audición, en comparación con tan sólo el 16,1 por ciento de los no fumadores. El 22,7 por ciento de los ex-fumadores sufría pérdida de audición. Se observó la misma tendencia en el grupo de los más mayores.

Los fumadores pasivos también pueden aumentar el riesgo de convertirse en discapacitados auditivos. El estudio halló que los no fumadores que vivían con un fumador eran 1,94 veces más propensos a sufrir problemas de audición que aquellos que no convivían con un fumador.

En el estudio participaron 3.753 personas de 48 a 92 años. De ellos, el 46% eran no fumadores, el 39,3% eran ex-fumadores y el 14,7% fumadores. El grupo de fumadores fumaba un promedio de 17,5 cigarrillos al día.

Cualquiera que sean los efectos del tabaco en la audición, existen muchos estudios que demuestran que el tabaco es perjudicial para la salud.

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Fuentes: «Cigarette Smoking and Hearing Loss – The Epidemiology of Hearing Loss Study», Journal of American Medical Association, junio de 1998, vol. 279, y “Serum Cotinine Level and Incident Hearing Loss: A Case-Control Study,” Archives of Otolaryngology, Head and Neck Surgery, noviembre de 2004, vol. 130, pp. 1260-1264.