El síndrome de Ménière es una anomalía del oído interno causada por la acumulación de líquido endolinfático en el laberinto. Esta acumulación interfiere con las señales de equilibrio y audición que van desde el oído interno al cerebro. Las personas con este síndrome experimentan mareos intensos (vértigo), tinnitus (zumbido en el oído), pérdida de audición y una sensación de congestión en el oído.
Síntomas del síndrome de Ménière
Por lo general, el síndrome de Ménière afecta solo un oído. Los ataques de vértigo pueden aparecer de repente o después de un breve período de tinnitus o audición amortiguada. Algunas personas tienen ataques de vértigo ocasionales, mientras que otras pueden tener muchos ataques seguidos durante varios días. En casos extremos, el vértigo puede ser tan severo que la persona pierde el equilibrio y se cae. Esta enfermedad puede presentarse a cualquier edad, pero es más común en adultos de 40 a 60 años.
Tratamientos para el síndrome de Ménière
Aunque no existe una cura para el síndrome de Ménière, su médico podría recomendar varios tratamientos para aliviar los síntomas:
Medicamentos
Se pueden recetar medicamentos para aliviar los mareos y reducir su duración.
Restricción de sal y diuréticos
Reducir la sal en la dieta y tomar diuréticos puede ayudar a controlar los mareos al disminuir la cantidad de líquido retenido en el cuerpo, lo que reduce la presión en el oído interno.
Cambios en la alimentación y comportamiento
Evitar la cafeína, el chocolate y el alcohol puede mejorar los síntomas. Dejar de fumar también puede ser beneficioso.
Terapia cognitiva
Esta forma de psicoterapia ayuda a las personas a enfrentar mejor los ataques y a reducir la ansiedad sobre futuros episodios.
Inyecciones
Los corticoesteroides inyectables pueden ser recetados para reducir los mareos.
Tratamiento con pulsos de presión
Un aparato que envía pulsos intermitentes de presión de aire al oído medio puede ayudar a prevenir mareos.
Cirugía
En casos graves donde otros tratamientos no han funcionado, se puede recomendar la cirugía.
Medicina Alternativa
Terapias como la acupuntura, acupresión, tai chi y suplementos de hierbas como el ginkgo biloba, niacina o raíz de jengibre pueden ser consideradas, aunque su eficacia no está comprobada.
En conclusión, es esencial visitar a un médico si experimenta alguno de estos síntomas para recibir el mejor tratamiento posible. Recuerde no automedicarse.